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VINCULOS TÓXICOS: Comprendiendo las Constelaciones Familiares:

VINCULOS TÓXICOS: Comprendiendo las Constelaciones Familiares:

UN VIAJE HACIA LA SANACIÓN

Hay heridas que no nacieron contigo y, sin embargo, viven en ti. Heridas heredadas, silencios familiares, duelos nunca nombrados. Muchas veces cargamos culpas, miedos o patrones que parecen no tener explicación lógica. Y aunque creemos que son problemas “nuestrosâ€, en realidad pertenecen a una historia más grande: la de nuestra familia.

Las constelaciones familiares nacieron para dar luz a estos vínculos invisibles. Fueron desarrolladas por Bert Hellinger, un terapeuta alemán que dedicó su vida a observar cómo las dinámicas familiares no resueltas se transmiten de generación en generación. Su propuesta fue revolucionaria porque nos mostró lo que nadie veía: que las decisiones inexplicables, las enfermedades repetidas o los bloqueos emocionales muchas veces no son casualidad, sino ecos de un sistema familiar que busca equilibrio.

Más que una técnica: un espejo del alma

Una constelación familiar es una experiencia terapéutica en la que se abre un espacio para mirar lo que permanece oculto en nuestro sistema. No se trata de magia ni de sugestión, sino de una metodología que revela lo que está en lo profundo: esas dinámicas que no se nombran, pero que dirigen la vida desde las sombras.

A través de este trabajo es posible:

  • Descubrir patrones emocionales heredados.

  • Identificar bloqueos sistémicos que limitan nuestras elecciones.

  • Entender por qué repetimos ciertas historias en pareja, trabajo o salud.

  • Dar un primer paso hacia la reconciliación con nuestra propia historia.

Sanar los vínculos familiares no significa cortar con tu familia, sino poner orden, reconocer lo que fue, y liberar lo que ya no te corresponde cargar.

Los principios que sostienen la mirada sistémica

Hellinger observó que todo sistema familiar está regido por órdenes invisibles, lo que él llamó “Órdenes del Amorâ€. Según estos principios:

  • Todos tienen derecho a pertenecer. Cuando alguien es excluido o silenciado, su destino suele repetirse en otros miembros de la familia.

  • El orden importa. Los padres dan y los hijos reciben, y cuando esta jerarquía se invierte, surgen conflictos.

  • El amor necesita fluir desde los orígenes hacia adelante. Cuando se atasca, aparecen síntomas, bloqueos y luchas internas.

A esto se suma la idea de la lealtad sistémica: la tendencia inconsciente de muchos hijos a repetir historias de dolor o fracaso de generaciones anteriores, como si dijeran: “yo cargo con esto por tiâ€. Y aunque esa lealtad es un gesto de amor, en realidad nos aleja de nuestra propia vida.

Las constelaciones buscan devolver cada carga a su lugar, reconocer lo que fue y permitir que el amor vuelva a fluir con claridad.

¿Cómo se vive una constelación?

La experiencia puede ser presencial, en grupo o individual. En un taller grupal, distintas personas representan a los miembros de tu familia y, a través de sus movimientos y sensaciones, emergen dinámicas sorprendentes que no se pueden ver de otra forma. En un encuentro individual, se trabaja con figuras, objetos o incluso imágenes internas, logrando también una visión clara y profunda.

En ambos casos, lo que aparece no es casualidad: el sistema familiar revela lo que necesita ser visto. A veces se trata de un duelo no elaborado, otras veces de una exclusión, de un secreto guardado o de un dolor que nunca se pudo nombrar. El facilitador acompaña el proceso para dar orden y proponer movimientos de sanación: reconocer, honrar, soltar, reconciliar.